jueves, 17 de octubre de 2013

Teatro del Oprimido

LA OTRA CARA DE LAS TRABAJADORAS SEXUALES


Generalmente, cuando se habla de trabajadoras sexuales, la gente se imagina mujeres voluptuosas, con vestidos provocativos y con mucho maquillaje. Sin embargo, durante la actividad, pudimos darnos cuenta que no todo se trata de vestidos exóticos y tacones. En la plaza de la Mariposa en San Victorino, las trabajadoras sexuales no cumplen con los estereotipos de lo que supuestamente debe verse en una mujer que trabaja con su cuerpo. Así mismo, cuando se habla de trabajadoras sexuales generalmente se piensa en mujeres tristes, con una vida caótica y sin visión de su futuro, sin embargo, la impresión que nos dieron las mujeres que conocimos que trabajan en la mariposa, es bastante distinta. Son mujeres que si bien sufren muchas clases de discriminación por varios sectores de la sociedad, son personas alegres, participativas y entusiastas frente a su proyecto de vida.

Durante la actividad, los integrantes de cada grupo asumieron distintos roles. En nuestro grupo, fuimos observadores, lo cual nos permitió observar otras circunstancias que nos llamaron la atención. En primer lugar, la manera como ellas representaron sus relaciones con la policía, que en muchos casos son situaciones violentas, discriminatorias, y ofensivas. Sus representaciones sobre estos hechos fueron muy naturales, de manera carismática, extrovertida; como si fuera algo normal y cotidiano; como si estuviera bien.
De igual forma se evidencia el choque que existe entre la policía y la imposición de las leyes, y los deseos de una población de ejercer derecho al trabajo.


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