lunes, 24 de febrero de 2014

Comunidad IAP



 En nuestro imaginario de Bogotá,  tendemos hacer divisiones. Sin darnos cuenta clasificamos y establecemos prejuicios por la zona, la dirección o/y el estrato socio-económico. Una de estas grandes clasificaciones en Bogotá está dada por Norte-Sur: El Norte de Bogotá está comprendido desde los cerros orientales hasta la Autopista Norte y desde la calle 72 hasta la calle 200; el Sur es el sector que comprende desde la avenida Primero de Mayo hacia el sur.
En estas asociaciones, el Norte de la ciudad es percibida por un lugar seguro, con ambientes de tranquilidad y limpieza, además de relacionarlo con las clases altas y privilegiadas, en términos económicos, de la capital. En contraste con la parte del Sur de Bogotá: la delincuencia que se presenta en lugares específicos se ha generalizado, a tal  punto de establecer estereotipos de las personas que allí habitan.
Sin embargo, en las fotografías presentadas al inicio del documento no son un contraste Sur-Norte, son dos sectores distintos de la zona Norte. La fotografía de la parte superior es una de las calles del barrio El Codito (Calle 180) de la localidad Usaquén, mientras que la fotografía de la parte inferior es el barrio Chicó (calle 100 con 11). Aquí podemos cortar con uno de los grandes supuestos respecto a las divisiones geográficas de Bogotá: en la década de 1950 y 1960, la zona más privilegiada de la ciudad era el Centro, allí vivían las familias con más prestigio social de la época, no obstante esta percepción ha ido cambiado con el pasar de los años, hasta convertirse en una de las zonas con mayores índices de inseguridad.
Lo anterior nos demuestra que las divisiones y clasificaciones que establecemos, en la mayoría de ocasiones, son falsas. Estar en el Norte de la ciudad no nos garantiza mejores zonas, menos contaminación o menos delincuencia. La ciudad no es más que las percepciones que tenemos hacia ella. 




Respecto a la comunidad de IAP, uno de los contrastes más fuertes que pudimos evidenciar fue en las aulas de clase. En comparación con la Universidad, que es nuestro ambiente más cercano de educación, y como se evidencia en las fotografías, el espacio de enseñanza es diferente: en la fotografía de la parte superior podemos ver un grupo de estudiantes en sus clases habituales en la Universidad de los Andes, no tienen que compartir el espacio con otros profesores y la comodidad es evidente. Cada estudiante cuenta con una mesa para desarrollar sus actividades, etc. En la fotografía de la parte inferior, es la comunidad IAP, los recursos materiales son escasos y comparten la mayoría del espacio. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario