Entrada desde el olvido.
Para poder empezar a hablar de nuestro primer
acercamiento, es imperativo hablar primero de la ubicación geográfica de la
fundación. Pues está ubicada “al sur” de la ciudad como muchos de nosotros reconocemos
a ese sector de la ciudad, la dirección actual de la fundación queda en la
calle 4 sur con 68 D-28.
Curiosa la reflexión de una de las personas del
grupo, ya que analiza al sur como un universo paralelo al del resto de la
ciudad. La connotación “sur” que va después de la calle, hace casi imposible evitar
los pensamientos que evocan imágenes de los barrios marginales de la ciudad en
donde, en nuestro imaginario el barrio sería peligroso y tendríamos que salir de
la fundación acompañados o con mucho cuidado. (Cabe aclarar que esto no fue
así)
El transporte tuvo sus problemas, el bus que nos
llevaría allá tendría que salir desde la décima con diecinueve, éste nunca
pasó. Tuvimos que recurrir a un carro particular.
La fundación queda aproximadamente a 45 minutos de
la universidad y está ubicada en un barrio familiar, con casas de ladrillos
rojos, tres pisos y ventanas blancas. Aunque las casas son viejas (casi 50
años) y en ese momento las familias construían las edificaciones con sus manos,
éstas se crearon con cierta homogeneidad, los cables del teléfono y la
electricidad pasan a menos de dos metros de las ventanas más altas y las calles
son pequeñas.
La fundación Cristo Rey
opera en una de estas casas adaptada, es una institución de carácter católico,
privada y sin ánimo de lucro. Aunque trabajan con niños y madres cabezas de
familia, la labor social se desarrolla con adultos de la tercera edad.
“Tratamos
de ver y ayudar integralmente al hombre, puesto que cada persona sufre
múltiples necesidades y nuestra misión es ayudarlas y acompañarlas en la
búsqueda de las soluciones a éstos logrando mejores condiciones de vida digna.”
Como
era nuestro primer acercamiento, el primer contacto con la fundación fue una reunión
con el padre Jorge Fajardo, quien con la elocuencia característica de un
experto en el tema, nos expuso las problemáticas de los ancianos en su
fundación, en donde hay casos tan increíbles como tristes, casos de abandono y
traición familiar no son desconocidos y aprender a lidiar con la carga
emocional que esto incurre es una de las tareas principales de la fundación. El
concepto de vida digna es muy importante, ya que muchas veces esta población no
solo es olvidad sino que es marginalizada ya que a los ojos de la sociedad de
consumo “no tienen nada más que aportar a la sociedad”.
Martha Isabel Cortés
Alejandro Martínez
Daniel Gustavo Peña


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