martes, 25 de febrero de 2014

Entrada desde el olvido.


Para poder empezar a hablar de nuestro primer acercamiento, es imperativo hablar primero de la ubicación geográfica de la fundación. Pues está ubicada “al sur” de la ciudad como muchos de nosotros reconocemos a ese sector de la ciudad, la dirección actual de la fundación queda en la calle 4 sur con 68 D-28.

Curiosa la reflexión de una de las personas del grupo, ya que analiza al sur como un universo paralelo al del resto de la ciudad. La connotación “sur” que va después de la calle, hace casi imposible evitar los pensamientos que evocan imágenes de los barrios marginales de la ciudad en donde, en nuestro imaginario el barrio sería peligroso y tendríamos que salir de la fundación acompañados o con mucho cuidado. (Cabe aclarar que esto no fue así)

El transporte tuvo sus problemas, el bus que nos llevaría allá tendría que salir desde la décima con diecinueve, éste nunca pasó. Tuvimos que recurrir a un carro particular.

La fundación queda aproximadamente a 45 minutos de la universidad y está ubicada en un barrio familiar, con casas de ladrillos rojos, tres pisos y ventanas blancas. Aunque las casas son viejas (casi 50 años) y en ese momento las familias construían las edificaciones con sus manos, éstas se crearon con cierta homogeneidad, los cables del teléfono y la electricidad pasan a menos de dos metros de las ventanas más altas y las calles son pequeñas.  

La fundación Cristo Rey opera en una de estas casas adaptada, es una institución de carácter católico, privada y sin ánimo de lucro. Aunque trabajan con niños y madres cabezas de familia, la labor social se desarrolla con  adultos de la tercera edad.

 “Tratamos de ver y ayudar integralmente al hombre, puesto que cada persona sufre múltiples necesidades y nuestra misión es ayudarlas y acompañarlas en la búsqueda de las soluciones a éstos logrando mejores condiciones de vida digna.”

Como era nuestro primer acercamiento, el primer contacto con la fundación fue una reunión con el padre Jorge Fajardo, quien con la elocuencia característica de un experto en el tema, nos expuso las problemáticas de los ancianos en su fundación, en donde hay casos tan increíbles como tristes, casos de abandono y traición familiar no son desconocidos y aprender a lidiar con la carga emocional que esto incurre es una de las tareas principales de la fundación. El concepto de vida digna es muy importante, ya que muchas veces esta población no solo es olvidad sino que es marginalizada ya que a los ojos de la sociedad de consumo “no tienen nada más que aportar a la sociedad”. 

Martha Isabel Cortés 
Alejandro Martínez 
Daniel Gustavo Peña


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